Incluye en tus vacaciones el cuidado de tu salud y la prevención de las infecciones

Vacaciones sin riesgos: prioriza tu salud y previene infecciones

Las vacaciones son un momento anhelado para el descanso y nuevas experiencias, pero es crucial recordar que la salud y la prevención de infecciones no se toman un receso. Algunos destinos, por su clima, humedad, calidad del agua, preparación de alimentos o aglomeración de personas, pueden aumentar el riesgo de contraer infecciones respiratorias, diarreicas o urinarias. Por ello, el autocuidado se convierte en el mejor aliado para disfrutar sin sobresaltos.

Cuida tu salud y previene infecciones en estas vacaciones

Para mantener un buen estado de salud durante el viaje, se enfatiza en la importancia de tener hábitos simples pero poderosos. Higienizarse las manos con frecuencia, mantener los espacios aireados y organizados, y evitar el contacto cercano con personas sintomáticas son medidas esenciales. La alimentación adecuada, proveniente de lugares confiables y con preparaciones que usen agua potable, junto con una hidratación constante, son fundamentales para prevenir enfermedades diarreicas. Además, realizar actividad física regular, descansar y dormir bien son pilares para fortalecer el sistema inmunitario.

Antes de emprender el viaje, es vital asegurarse de tener el esquema de vacunación completo según la edad y el destino. Se recomienda la aplicación de estas vacunas al menos una semana antes del viaje para garantizar su efectividad.

Las buenas decisiones no se van de vacaciones: ¡No te automediques!

Es importante entender que las buenas decisiones no se van de vacaciones. En ninguna circunstancia se deben consumir medicamentos como los antibióticos para prevenir enfermedades o tratar síntomas sin la debida valoración y autorización médica. No todos los síntomas infecciosos requieren antibióticos y el uso indiscriminado de estos fármacos pueden generar resistencia bacteriana y otros riesgos para la salud. La consulta con un profesional de la salud es siempre el camino correcto.

Las bacterias y virus viajan contigo: te contamos cómo enfrentarlas

Aunque las bacterias y virus pueden estar en todas partes, algunos lugares y condiciones pueden aumentar su presencia y la posibilidad de contagiarse y contraer una infección. Los cambios de rutina, el exceso de humedad, la alteración en la calidad del agua, las diferentes formas de preparación de los alimentos, y la visita a piscinas o lugares con grandes aglomeraciones de personas son factores que elevan la probabilidad de exposición a estos microorganismos. ¡La buena noticia! es que se pueden enfrentar de manera efectiva. Los cambios de entorno, la exposición a diferentes patógenos y las nuevas experiencias culinarias hacen que el cuerpo esté más vulnerable. Sin embargo, al mantener las medidas de autocuidado mencionadas, se minimizan los riesgos.

Consulta oportuna y uso adecuado de urgencias

Aun con todas las precauciones, si se presentan síntomas durante las vacaciones, es importante consultar y recibir asistencia médica. Muchos planes vacacionales incluyen este servicio, el cual puede orientar sobre la complejidad de los síntomas y la necesidad de atención. Se debe buscar atención médica prioritaria si aparecen síntomas como dificultad para respirar, tos persistente, deshidratación, aumento en la frecuencia de las deposiciones, dolor abdominal intenso, sangrado, vómito o síntomas urinarios como dolor al orinar, disminución del volumen de orina, sangrado o fiebre persistente. Estos signos de alarma requieren una valoración médica inmediata.

Finalmente, incluso después de recibir atención médica en el destino de vacaciones, se recomienda una cita de chequeo al regresar a casa. Esto permite confirmar la resolución de la infección y asegurar que la salud ha sido completamente restaurada.

El autocuidado es, en última instancia, la medida más efectiva para prevenir infecciones y disfrutar plenamente de cada viaje.