TRANSFUSIÓN SANGUÍNEA Y DE HEMOCOMPONENTES

LO QUE DEBES SABER SOBRE LAS TRANFUSIONES
La transfusión consiste en la administración de sangre humana o alguno de sus componentes como plasma, crioprecipitados o plaquetas a los pacientes que lo precisen, con el fin de reponer su pérdida o el déficit de su producción.
¿Cuáles son sus beneficios?
Repone de manera individualizada, cualquiera de los componentes sanguíneos cuya deficiencia está causando enfermedad o amenaza la vida del paciente, aliviando o mejorando así el estado de salud.
Los glóbulos rojos, conocidos como “sangre”, ayudan a oxigenar las células. Las plaquetas ayudan a formar el tapón de coagulo y evitan así el sangrado. El plasma aporta factores de coagulación y contribuye a la formación de coagulo. El crioprecipitado es un producto especial que entrega algunos factores de la coagulación para ciertas enfermedades específicas.
Cuando hay déficit de alguno de estos componentes sanguíneos la transfusión es necesaria por lo que los beneficios superan por mucho los riesgos de este procedimiento.
Riesgos del procedimiento
A pesar de la adecuada elección de la transfusión y de su correcta realización, puede presentarse efectos indeseables, enfatizando en que estos riesgos son muy bajos en frecuencia (menor al 0.3%) y no se comparan al riesgo de no realizar una transfusión cuando es requerida. Las reacciones indeseadas más frecuentes son.
1. Reacciones alérgicas y febriles
Corresponden a más del 98% del 0.3% mencionado antes y son de ocurrencia casi inmediata. Las alérgicas se producen por susceptibilidad del paciente a alguna proteína presente en el producto y que por lo general es desconocido aún para el mismo paciente. Las febriles implican aumento de temperatura en rango bajo y se presentan por pequeñas moléculas que provienen de los glóbulos blancos de la bolsa transfundida.
Las dos reacciones son leves en la mayoría de casos y se manejan con medicamentos contra la alergia o contra la fiebre. Por lo regular mejoran en pocos minutos.
Los síntomas que se pueden presentar son:
- Fiebre (T > 38°).
- Aparición de brote en alguna zona de la piel.
- Sensación de rasquiña en algunas zonas.
- Moco claro por la nariz o estornudos.
- Escalofrío.
2. Pulmonares:
Reacciones que afectan al pulmón causándole diferentes grados de edema (líquido que se filtra hacia el pulmón), lo que limita la capacidad de llevar oxígeno a las células. Son muy raras, menos del 1%, y se previenen controlando los líquidos que se administran por la vena.
El principal síntoma es la dificultad respiratoria de leve a severa y que ocurre en las primeras 6 horas luego de terminada la transfusión.
Se maneja con oxígeno por las fosas nasales y medicamentos que ayudan a eliminar líquido por la orina.
3. Aloinmunización:
Los humanos tenemos más de 40 sistemas sanguíneos, los 2 más conocidos son el ABO y el RH (Por eso decimos que somos O positivo, por ejemplo). En las transfusiones nos podemos exponer a otros grupos sanguíneos que pueden generar anticuerpos (proteínas de defensa) contra sus moléculas y causar posibles problemas en transfusiones posteriores. Es infrecuente que se dé, en 1 de cada 72.000 transfusiones, y tiene manejo en el ámbito hospitalario.
4. Otros
Con mucha menor frecuencia se encuentran las infecciones bacterianas y virales. Las primeras se generan por paso de bacterias desde la piel del donante a la sangre. Este riesgo se reduce casi a cero por procedimientos que hoy hacen los bancos de sangre.
Otras infecciones incluyen: hepatitis B, hepatitis C, sífilis, virus de la inmunodeficiencia humana (VIH/SIDA), Chagas, entre otros. La frecuencia de infección puede ir de 1 en 1.000.000 a 1 en 3.000.000 de transfusiones. Este riesgo es reducido gracias a las pruebas de laboratorio que por ley los bancos de sangre deben realizar.
¿Qué hay que tener en cuenta?
Las reacciones adversas a la transfusión (RAT) más comunes son las alérgicas y febriles leves que ocurren a las pocas horas de la transfusión. Otras pueden ocurrir días o semanas después. Si durante su hospitalización tiene síntomas como los mencionados antes, informe de inmediato a su médico tratante o a la enfermera más cercana. Si se presenta en casa luego de su salida del hospital, llame al servicio de transfusión sanguínea para recibir orientación acerca del manejo, el que por lo general no requiere de hospitalización.
Conoce más sobre el Riesgo Transfusional de Sangre en el enlace https://fundacionsantafedebogota.com/cancer-hematologico