Conozcamos un poco más sobre el Cáncer de Cuello Uterino
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el Cáncer de Cuello Uterino es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo, con una incidencia estimada de 604.000 nuevos casos y 342.000 muertes en 2020.
En su estado inicial, el cáncer de cuello uterino no presenta síntomas, pero puede manifestarse con la aparición de lesiones causadas por el virus del papiloma humano (VPH), como verrugas y cambios en el tejido del cuello del útero.
Algunas de las posibles causas del cáncer de cuello uterino son las prácticas sexuales sin protección o sin condón. Otras causas son el inicio de las relaciones sexuales a temprana edad y tener múltiples parejas sexuales a lo largo de la vida.
También se consideran como factores de riesgo fumar o estar expuesta al humo de cigarrillo, tener malos hábitos de alimentación, tener embarazos múltiples y padecer infecciones de transmisión sexual.
Cuando está más avanzado, es probable que el cáncer de cuello uterino cause sangrado vaginal anormal, secreción vaginal inusual, sensación de mal olor y dolor durante las relaciones sexuales.
A pesar de que estos síntomas no son exclusivos del cáncer de cuello uterino, si llegan a presentarse es importante consultar con el médico tratante.
¿Cómo se diagnostica y se previene el cáncer de cuello uterino?
Prueba de ADN-VPH: consiste en detectar el ADN de los virus del papiloma humano de alto riesgo. Todas las mujeres entre 30 y 65 años deben realizarse esta prueba por lo menos una vez cada cinco años. Las mujeres entre los 51 y los 65 años deberían practicarse estas pruebas según su disponibilidad.
Citología: este análisis microscópico de las células del cuello uterino es un examen recomendable para todas las mujeres. En el caso de las mujeres menores de 25 años que iniciaron su vida sexual antes de los 15 años, tienen tres o más hijos, o han tenido varios compañeros sexuales, se recomienda realizarla, como mínimo, una vez cada tres años, siempre y cuando los resultados sean negativos.
Por su parte, las mujeres entre 30 y 65 años deberán realizarse la citología y la prueba ADN-VPH una vez al año.
Una vacuna que previene infecciones por VPH y por ende el cáncer de cuello uterino
El cáncer de cuello uterino tiene su origen a partir del Virus del Papiloma Humano (VPH), una patología que afecta cada vez más a mujeres en edad temprana, con consecuencias mortales, si no se detecta a tiempo. Vacunarse contra el VPH entre los 9 y los 14 años es una forma muy eficaz de prevenir infecciones por esta enfermedad, además del cáncer cervicouterino y otros tipos de cánceres relacionados con el Virus de Papiloma Humano.
La Fundación Santa Fe de Bogotá cuenta con el Instituto de Cáncer, donde se tratan pacientes adultos y niños, con enfermedades neoplásicas, contando con el apoyo multidisciplinario de todos los departamentos del Hospital Universitario, lo que garantiza una atención completa, oportuna e integral.
Preguntas frecuentes
¿Todas las personas que se realizan una citología requieren una biopsia?
No. Solo las pacientes en las que se encuentre una lesión visible y si el resultado de la citología indica que es necesario.
¿Es verdad que después de la toma de la citología no es necesario ir por el resultado?
En todos los casos es necesario reclamar el resultado y asistir a la cita con el médico para revisar el resultado en el menor tiempo posible.
Si ya me vacuné contra el VPH, ¿Es necesario realizarme una citología?
Sí. A pesar de tener el esquema de vacunación completo, es necesario continuar realizándose la citología, de acuerdo con la edad, los factores de riesgo y la recomendación médica.
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El cáncer de cuello uterino puede curarse si se diagnostica en un estadio temprano y se trata con prontitud.